La ciberseguridad en entornos hiperconectados
La ciberseguridad en entornos hiperconectados
La realidad es la siguiente: ni empresas ni usuarios de a pie viven, hoy en día, sin estar constantemente conectados. Y ahondando más: hoy en día es imposible vivir sin 2 o más dispositivos conectados. El mundo de internet de las cosas está encima de nosotros, ha venido para quedarse y parece que el futuro seguirá gobernado por los dispositivos conectados.
Según Gartner, una de las mayores tendencias en ciberseguridad del futuro será el gasto específico en seguridad de IoT que, en 2016 puede llegar a los 348 millones de dólares en todo el mundo, una cifra un 23,7% mayor que en 2015. Además, la tendencia es a que siga aumentando año a año. En el mismo informe, Gartner señala que ya existen más de 6.400 millones de objetos inteligentes, un 30% más que en 2015 y su tendencia también está al alza.
Al mismo ritmo que el número de dispositivos, las ciberamenazas han ido creciendo y evolucionando, tanto en número como en sofisticación. De los 6.400 millones de dispositivos conectados, puede ser que lleguemos a más de 20.000 para 2020 lo que supondrá todo un reto para todos los trabajadores de TI encargados de velar por la seguridad de la información, susceptibles de ser atacados.
La ciberseguridad se ha convertido en un problema y una oportunidad de negocio al mismo tiempo, de manera más o menos ética. En los últimos meses ha aflorado el robo de contraseñas por parte de ciber delincuentes, así, como credenciales de usuarios de las principales redes y plataformas sociales para su posterior comercialización o explotación de información de forma ilegal.
La reputación de las marcas que no consiguen proporcionar seguridad a los datos de sus clientes está realmente en peligro, ya que la confianza en la marca y sus productos y servicios es un pilar básico del negocio.
Ante todas estas amenazas que parecen sobrevolar el ciberespacio, las empresas y los departamentos de seguridad tienen un gran aliado: el Big Data.
Mediante el análisis de la ingente cantidad de información que podemos registrar, el Big Data puede ser capaz de interpretar patrones de conductas maliciosas para, en cierta manera, anticiparse a los ataques y tratar, de una forma científica y apoyada en datos, predecir cómo, cuándo y dónde se producirá el próximo ataque.
Y la importancia es cada vez mayor, ya que ahora, por primera vez, los ataques al software pueden afectar a elementos físicos de tal magnitud como coches conectados o sistemas del hogar.
Por ello, desde Colt creemos que el departamento de seguridad de TI tiene más responsabilidad que nunca y su atención tiene que ser plena de tal manera que hagan funciones de “Cibervigilantes” para, con la información de la que disponen, controlar y atajar con antelación cualquier ataque que pueda surgir.