Por qué la red es clave en el crecimiento empresarial

Con tanta presión por transformarse, no es de extrañar que las empresas de todos los sectores estén invirtiendo en nuevas tecnologías, aplicaciones y recursos a una velocidad vertiginosa. La evolución de la tecnología es lo que más contribuye a la migración a la nube según nuestra última investigación sobre la nube.

Esta demanda no hará más que aumentar. Según nuestro informe «La evolución de la adopción de la nube», muchos responsables de la toma de decisiones de TI de alto nivel darán prioridad a la migración de la informática de alto rendimiento (HPC), el análisis de big data y la IA a lo largo de los próximos 5-10 años. ¿Pero qué sucede con la conectividad cuando se incorporan estos y otros nuevos servicios? Cada nueva inversión – ya sea en personas o en tecnología – añade más presión a la red.

Los pilares clave para el cambio

A medida que las empresas de hoy en día transforman su negocio, recae en los responsables de TI y de redes la tarea de sentar las bases del cambio en tres áreas clave:

• Reforzar la resistencia operativa

• Mejorar la experiencia de los clientes y de los empleados

• Permitir un aumento de la eficiencia con los servicios a demanda

Para cumplir con estos objetivos, las empresas necesitan una base sólida y flexible que les permita incorporar nuevos servicios cuando los necesiten. Pero en muchos casos sucede que las tecnologías implantadas para mejorar la experiencia de los usuarios merman la infraestructura necesaria para hacer posible esas mismas experiencias.

Si no se sientan las bases para las demandas del futuro y se amontona la nueva tecnología en la pila existente, la infraestructura se sobrecargará y empezará a parecerse a un inestable castillo de naipes.

¿Estás al tanto de cuántas aplicaciones nuevas has desplegado desde que se creó tu red? ¿Puede aguantar los picos máximos de ancho de banda que exigen ahora todas tus aplicaciones y servicios?

Entonces, ¿qué pueden hacer los responsables de TI y de redes para gestionar una plataforma que permita nuevas experiencias a los clientes y a la empresa en general, sin poner en riesgo las operaciones internas?

Reforzar la resistencia operativa

Los CIO y sus equipos son responsables de aportar nuevos servicios de cara al cliente, posibilitar el trabajo híbrido y crear una resistencia de red que haga que las empresas sean ágiles y estén preparadas para el futuro, todo ello sin dejar de controlar los niveles de ciberseguridad y riesgo.

Para aumentar la resistencia de la red y tener más control sobre todo el ecosistema, se esfuerzan por simplificar la infraestructura e invertir en edge computing, IoT y otras tecnologías basadas en la nube, para adelantarse al cambiante panorama empresarial.

Pero aunque estas tecnologías ayudan a prestar nuevos servicios esenciales, exigen un gran ancho de banda y una baja latencia, lo que aumenta la presión sobre la red. Por otra parte, provocan un aumento del número de puntos finales en tu entorno, lo que añade una complejidad no deseada. El rendimiento de la red se ve aún más afectado por el aumento de la demanda de potencia de cálculo en el caso de quienes despliegan IA y las herramientas de aprendizaje automático que esta ofrece.

Estas aplicaciones y servicios también dependen en gran medida de un ecosistema de socios cada vez más complejo. No basta con tener «únicamente» conectividad con estos socios, sino que hay que gestionarla con cuidado y necesitas la tranquilidad de que los socios confíen entre sí.

Si tu base no es la adecuada para los fines actuales, aumentas el riesgo de que haya interrupciones y te arriesgas a ofrecer una mala experiencia al usuario.

Al empezar desde cero o al modernizar tu red para ofrecer estos nuevos servicios, necesitas las asociaciones adecuadas y las conexiones correctas. Busca una red que no solo ofrezca el ancho de banda y la fiabilidad que necesitas, sino que cuente con relaciones en todo tu ecosistema de socios.

Las nuevas aplicaciones y servicios añaden presión en las redes que no se crearon con vistas a ello. En
lugar de aplicar soluciones rápidas o confiar en que todo vaya bien, ahora es el momento de invertir en una base preparada para el futuro que sea flexible, segura y esté conectada a todas las ubicaciones y socios adecuados en todo el ecosistema.

Mejorar la experiencia de los clientes y de los empleados

Los consumidores, ya sean B2B o B2C, esperan una privacidad de datos rigurosa junto con unas experiencias personalizadas excepcionales cada vez que interactúan con una empresa. Las demandas de estos clientes integrales («Everything Customers», como los llama Gartner) precisan de una nueva tecnología sedienta de tráfico en todos los puntos de contacto, que la red debe suministrar y sustentar.

La experiencia de los empleados también se está transformando, ya que el trabajo híbrido está destinado a perdurar. La creciente demanda de una conectividad remota segura y fiable está haciendo que los CIO consideren la «experiencia total» de todos sus usuarios de forma integral.

Vincular la experiencia del cliente (CX) con la experiencia del empleado (EX) produce un efecto multiplicador en el rendimiento, razón por la cual las empresas están dispuestas a invertir más en la nube, el almacenamiento de datos y el IoT para conectar estas experiencias e incrementar la colaboración remota. Alojar las herramientas de colaboración y experiencia del cliente en la nube permite gestionar con facilidad múltiples canales, a través de plataformas a las que se puede acceder desde cualquier lugar.

Poner estos servicios esenciales en la nube añade una presión adicional a la base de tu red. Cuando es necesario acceder a una aplicación para que la empresa funcione, todo tiempo de inactividad o degradación de la calidad del servicio resulta inaceptable.

Cuanto mayor sea el número de interacciones digitales que permita tu red, más datos generarás. Además, hay que tener en cuenta el gran aumento del tráfico de red que esto supone. Ofrecer experiencias ultrarrápidas en toda la empresa somete a la red a una presión aún mayor, lo que exige prestar más atención a cómo se mueve el tráfico.

Con la gestión inteligente de la red, puedes cumplir con tus objetivos de una «experiencia total». Esta permite a los equipos de TI identificar de forma proactiva los problemas de ancho de banda y utilizar la SD WAN para tomar decisiones sobre cómo se mueve el tráfico a través de varios sitios (enlaces de alta calidad frente a un internet de menor coste), y así mantener una experiencia total para los clientes y empleados, estén donde estén.

¿Dónde deberías procesar los datos: en el extremo, en la nube o en el punto de
contacto con el cliente? ¿Es la base de tu red suficientemente buena para las aplicaciones y servicios de los que dependen tus clientes y tu empresa?

Permitir un aumento de la eficiencia con los servicios a demanda

Al emprender tantos proyectos, suele ocurrir que las empresas pasen por alto la presión acumulada que cada una de estas aplicaciones o servicios ejerce sobre la red, ya sea en lo que respecta a un mayor rendimiento, una mayor supervisión o una mayor seguridad. Toda esta transformación tiene implicaciones en términos de ancho de banda, latencia y complejidad.

A menudo, la nube es la respuesta, ya que ofrece una flexibilidad mucho mayor, pero esto no se corresponde con el enfoque estático con el que se creó la base antigua.

La solución es una estrategia de conectividad sólida basada en una red troncal flexible, segura y de alta capacidad que proporcione un control más exhaustivo y una mejor visibilidad de los recursos de la red.

La SD WAN ofrece cierto control y visibilidad de la red, pero para posibilitar realmente la eficiencia unida a la innovación, se necesita flexibilidad en toda la pila de la red. En lugar de intentar hacer que las nuevas aplicaciones o tecnologías se ajusten a un modelo obsoleto, hay que ofrecer flexibilidad de principio a fin.

Para llegar a nuevas cotas de agilidad y optimizar la eficiencia, las empresas deben buscar la agilidad en toda su red, lo que les permitirá alcanzar los objetivos de transformación de la empresa sin arruinarse.

Ahora que los responsables de TI y redes se están replanteando sus modelos de negocio para maximizar las oportunidades que ofrece la nueva normalidad, la flexibilidad y la agilidad que ofrecen los servicios a la carta ayudan a atajar el despilfarro y dan a las empresas las herramientas para innovar y progresar, ahora y en los años venideros.

Crear una base para el crecimiento

Para garantizar que tu red ofrezca el rendimiento de las aplicaciones que exige tu empresa y la fiabilidad que necesita, a la vez que evitas un complicado conglomerado de servicios de red, pregúntate:

  • ¿Cuántas aplicaciones nuevas has implantado desde que se creó la red?
  • ¿Sabes cuál es el pico máximo de ancho de banda que necesitan las nuevas aplicaciones?
  • ¿Estás conectado a todas las ubicaciones y socios adecuados en el ecosistema?
  • ¿Cómo de flexible es tu base y cómo de rápido se puede escalar para satisfacer la demanda?
  • ¿Dispones de una plataforma que permita trabajar de forma segura desde cualquier lugar?
  • ¿Puedes controlar y gestionar el tráfico en todos los departamentos y sitios?

Desarrollar tu negocio sobre una base estable, flexible y segura te ayuda a llegar más alto, sin tener que hacer malabares. La base de tu red también necesita las conexiones y relaciones con los socios de todo el ecosistema digital, junto con la agilidad para reaccionar a la velocidad que exige tu negocio.

Al disponer de las bases correctas para la red, no hay límites a la hora de obtener los resultados que exigen las empresas de hoy en día.

Para obtener más información, visita www.colt.net/es

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