Desafíos en la seguridad de la red y la nube
El Cloud Computing nos ha llevado a tener todos nuestros archivos en la nube. Ahorramos costes en infraestructuras, no tenemos problemas de almacenamiento y parece que no haya ningún tipo de desventaja. Sin embargo, existen riesgos importantes a los que debemos enfrentarnos, tanto a nivel de usuarios como desde las empresas, al utilizar los servicios en la nube.
Nuestros datos pueden ser sustraídos y divulgados a través de los ciberataques si no somos capaces de aplicar las medidas de seguridad necesarias. Evitar el robo de información debe ser una de las prioridades de toda empresa en su proceso de transformación digital, por ello se establecen medidas básicas para la ciberseguridad.
Entre dichas medidas está la creación de contraseñas seguras, que debe ser la primera línea de defensa de toda organización. Las contraseñas demasiado simples y fáciles de acertar, como 12345, la fecha de nacimiento del usuario o el nombre de una mascota, deben evitarse a toda costa. Contar con una fórmula de contraseñas o un método de creación elaborado que nos permita contar con una palabra clave compuesta por letras, números y símbolos, supone un primer paso fundamental.
Datos: encriptados y clasificados
El mayor desafío de la seguridad en la red y la nube es el gran volumen de datos que encontramos almacenados. Una parte de esa información viaja continuamente. Otra, queda almacenada e “inmóvil”, accediéndose solo a ella en situaciones contadas. Pero siempre está ahí, al alcance de un hacker.
Los datos almacenados en la nube son vulnerables a cualquier ciberamenaza, pudiendo ser divulgados, modificados o eliminados. Para evitarlo, nuestra principal medida debe ser la encriptación de esos datos.
La encriptación protege uno o varios archivos mediante un algoritmo que desordena todo lo que lo compone. Con este procedimiento se consigue que acceder a ellos o decodificarlos sea imposible si no tenemos la “llave”. Así, si un ciberataque consigue interceptar un archivo encriptado, solo conseguirá información ilegible, sin poder acceder al formato real.
No obstante, y a pesar de todas las ventajas del almacenamiento en la nube, no debemos guardar en ella todos los datos de una empresa. Es importante clasificar la información y separar los archivos más delicados, preguntándonos si es realmente necesario almacenarlos en la red. Con ello también reducimos ese gran volumen de datos al que se enfrenta nuestra infraestructura en la nube.
La nube sigue siendo la opción más segura
Aunque se enfrente a sus propios desafíos, en el entorno de transformación digital, la infraestructura en la nube es la opción más segura. El menor coste y la rapidez de respuesta que proporciona facilita cualquier análisis de seguridad que deba realizarse.
Gracias a su tipo de estructura, las herramientas en la nube son más seguras para cualquier empresa, independientemente del volumen de datos de esta. Un proveedor cloud tiene a su disposición herramientas de seguridad idóneas para proteger la información almacenada de forma rápida y con un coste inferior que su seguridad TI tradicional previa.
Utilizar servicios basados en la nube en una red privada proporciona una experiencia superior a la del uso de Internet público en todos los ámbitos. Supone menos tiempo de procesamiento y mayor fiabilidad. El servicio de acceso dedicado a la nube (DCA) de Colt lleva a una mayor seguridad cuando se accede a los servicios de nube a través de nuestras conexiones privadas y seguras. Además, permite contar con un amplio abanico de anchos de banda y distintas opciones de resiliencia y diversidad.